La mayoría de las personas perciben el sudor como una molestia. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de que el sudor realiza muchas tareas vitales en nuestro cuerpo. Por lo tanto, la sudoración excesiva es normal en situaciones en las que el cuerpo está expuesto a actividad física o calor intenso. El cuerpo trata de regular su temperatura corporal sudando. Pero, ¿qué pasa con las personas que comienzan a sudar mucho sin razón y sufren de sudoración intensa? Los afectados sufren principalmente dudas sobre sí mismos y un sentimiento de malestar en la sociedad. Las manchas de sudor y el olor a sudor ya se perciben como algo desagradable y molesto en un grado normal.
En el caso de la hiperhidrosis, las consecuencias psicológicas de los afectados son más devastadoras. Los afectados evitan en la medida de lo posible situaciones en las que puedan sudar, aunque ello suponga un aislamiento social total. No es raro que los afectados eventualmente sufran de depresión. Para minimizar el riesgo de depresión o aislamiento social, se debe consultar a un médico lo antes posible si se sospecha hiperhidrosis y se debe iniciar el tratamiento.
En el caso de la hiperhidrosis primaria, la persona afectada comienza a sudar de forma excesiva y anormal sin una causa concretamente reconocible. Sin embargo, aún no se ha demostrado científicamente cómo se desencadena la hiperhidrosis primaria. Se supone que se produce demasiado sudor debido a una desregulación del sistema nervioso autónomo. Los afectados suelen estar expuestos a la hiperhidrosis primaria en situaciones estresantes o emocionales, como el miedo o el dolor. Una característica típica de la hiperhidrosis primaria es que rara vez ocurre en todo el cuerpo, sino que en su mayoría está localizada. Esto se llama hiperhidrosis focal.
La diferencia básica entre la hiperhidrosis secundaria y la hiperhidrosis primaria radica en la causa concretamente reconocible. A diferencia de la hiperhidrosis primaria, se sabe que la hiperhidrosis secundaria se produce como resultado de otra enfermedad o se acompaña de ella e incluye una sudoración anormal como efecto secundario. Además, el efecto secundario también podría ocurrir debido al efecto secundario de un determinado medicamento. Es típico de la hiperhidrosis secundaria que suele afectar a todo el cuerpo (hiperhidrosis generalizada), aunque en casos excepcionales solo determinadas partes del cuerpo como las axilas, los pies o las manos se ven más afectadas.